Oración del Profeta Ante la Mesa del Señor
El Pan Kosher
El Vino Para La Comunión
7). Cada día por los próximos tres días se le quita la espuma que se va formando en la superficie del jugo, luego se le añade una taza de azúcar y se reemplaza otra vez la tela (gasa). 8). A partir del tercer día no se le añade más azúcar, pero si se sigue quitando la espuma cada día. Después de varios días el jugo ya habrá terminado de 'trabajar' y no habrá más que quitarle. 9). Se cuela el jugo final (vino) a través de la gasa y se mete en botellas. Esta receta debe producir de 6 a 8 litros de vino. Esta receta fue empleada por el Hermano Doc Branham por muchos años en el Tabernáculo Branham en Jeffersonville, Indiana. Con esta receta se produce el vino rojo oscuro que el Hermano Branham prefería para la Santa Cena. Unas palabras con respecto a la Comunión Hay tres cosas que debemos hacer, como símbolos: la cena del Señor, lavamiento de pies, y bautismo en agua.
Uno no debe tomar la cena del Señor o la santa cena como tradición. Uno lo toma por cuanto es el amor en Dios en su corazón, guardando los mandamientos de Dios. Por eso es que uno la toma. "Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros". Vean, así nos dice la Biblia. Si uno no lo hace, no tiene Vida. Entonces allí lo tienen, más o menos, mostrando que uno tiene vergüenza de identificarse como Cristiano, por razón de la vida que uno vive. Entonces esto en verdad es el reto. Si Ud. no lo hace, Ud. no tiene Vida. Y si Ud. lo hace indignamente, Ud. es culpable del cuerpo del Señor. Cuando tomamos esto, eso muestra a la iglesia que: "Yo creo toda la Palabra de Dios. Yo creo que El es el Pan de Vida que procede de Dios del Cielo. Yo creo toda Palabra que El dice ser la Verdad, y por medio de eso vivo yo hasta lo mejor de me conocimiento, Dios siendo me Juez. Yo no juro, yo no digo malas palabras, yo no hago estas cosas por cuanto amo al Señor, y el Señor lo sabe y responde por mí. Por lo tanto, mis hermanos y hermanas, yo tomo esta porción de Su Cuerpo, mostrando que no estoy condenado con el mundo". ¡Es una bendición! Yo pudiera dar muchos testimonios de casos donde he llevado esto a la cama de los enfermos, y ellos han sanado. Recuerden, cuando Israel tomó el tipo de esto, ellos caminaron por cuarenta años en el desierto y sus ropas no se gastaron, y llegaron sin ni siquiera un solo enfermo entre todos ellos (y eso fue entre dos millones de personas). Si el cuerpo de un animal de sacrificio logró eso para ellos allá, ¿qué no hará por nosotros el Cuerpo de Jesucristo, Emmanuel? Lleguemos ante la mesa de la comunión con toda reverencia. Mostremos toda reverencia. Tomado del mensaje Comunión, por William Branham, 12 de diciembre de 1965. Estas fueron las últimas palabras habladas públicamente por el Hermano Branham antes de su partida el 24 de diciembre de 1965. Los comentarios están cerrados.
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